“Efraín siempre ha sido muy buen chamaco, somos muy pobres, el antes de que pasara todo esto de que hizo del video trabajaba en una tienda, le pagaban 50 pesos y a mí me daba 25 pesos diarios”.
Ahora trabaja en el semáforo que se encuentra ubicado en el bulevar Serna, ahí donde fue atropellado por primera vez cuando era niño. Luego de que su frase se hiciera famosa, los automovilistas lo buscan y le dan lo que quieren por autograbarse con él repitiendo la frase "¡¿se va hacer o no se va hacer, la carnita asada?!".
No es novedad que Franciskin se siente frente al bulevar Serna para ver pasar los carros, porque espera a un hermano de su madre. Tiene la esperanza de que llegue de Estados Unidos, se fue poco después de que lo atropellaron cuando tenía 9 años, dijo Carmen, su sobrina.
Tres familiares vecinos Franciskin no pueden creer lo que están viviendo, “tenemos a un artista en la familia, todos quieren tomarse fotos y videos con él”.
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