Hacemos de los días, como el pintor de su lienzo...
Pintamos con nuestras manos,
caricias en nuestra piel
y el amor brota del alma como arte de pincel...
Y esa locura dulce que brota de la inocencia
que sale a relucir como las dulces estrellas
que pueblan el firmamento
por eso, no me niegues amor ni un sólo beso...
Que esta traviesa locura
que sabe a grito puro en el viento.
Cuando exploras mi interior y de mi florecen los sentimientos,
gimiendo hasta tu nombre...
Pidiéndote no pares... ni un momento.
Y cuando esto se acabe
y ya no seas mi dueño...
Haremos como un oasis de estos bellos recuerdos;
Porque aunque la vejez,
nos llegue a todo el cuerpo
nuestras mentes tendrán
sus cajitas de recuerdos.
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