Siempre encuentro en mi camino serpientes vestidas de mujeres, su veneno es la hipocresía, te sonríen y cuando das la espalda te inyectan el veneno, son unas putªs traicioneras, mentirosas, destructivas, de apariencia inofensiva, pero tóxicas de corazón, las carcome la envidia,
¡están enfermas de envidia!Anhelan todo lo que tienes, no son capaces de tener luz propia, son parásitos que se alimentan de tu sombra, simplemente son víboras, con el alma putrefacta.
¡están enfermas de envidia!Anhelan todo lo que tienes, no son capaces de tener luz propia, son parásitos que se alimentan de tu sombra, simplemente son víboras, con el alma putrefacta.
Elizabeth Sánchez
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