Desde los 17 años empezó mi vida fiestera pues mi cuerpo esbelto, mi cabello y mi cara atraían enormemente a cualquier hombre y la envidia de cualquier mujer, a decir verdad no me gustaba complicarme la vida, hombre que me gustaba lo disfrutaba, hasta que un día conocí a un don Juan, nos gustábamos mucho pero había un detalle tenia novia, cosa que a mí NO me importaba, al cabo del tiempo sin darme cuenta lo empecé amar, pues rumbeábamos, comíamos, hacíamos el amor, etc., me sentía GANADORA, y a veces sentía lástima por ella....
Todos los fines de semana me los dedicaba a mí, un día en una reunión escuche algo que me destrozo el alma aunque lo niegue, su novia estaba embarazada, pero porque terminar todo? y me dije: "Allá esa, que se llene de muchachos, yo sé que el me quiere y no lo voy a dejar" un mes después me cito en el hotel de siempre, hicimos el amor como nunca, al día siguiente me entero de que se casaba, rápidamente fui a confrontarlo, con lágrimas en los ojos le dije: Porque te casas, si nosotros nos queremos y la pasamos rico? A lo que él dijo: no lo niego, pero a ella la respeto porque se da a respetar y será la madre de mi hijo, es la mujer que quiero como Esposa… eso sí! Siempre tendrás un lugar en mi y en mis fines de semana!
Hoy me pregunto quién gano? Acaso la Esposa? Que gano un hogar, un esposo, un hijo... O Yo, la amante? Que gane un vacío, noches de pasión y algunos fines de semana?... Me pregunto, es justo que las mujeres nos desvaloremos así? Ellos NO SE RAYAN, Ni pierden absolutamente nada… nosotras SÍ! … Entonces, porque aceptar ese lugar de "Amante"
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