Hoy como otros días recuerdo a esa mujer
Cuya mirada era el mejor atardecer
Con sonrisa sincera y labios de almíbar
Aquella a la que tanto amé
La que noches frescas me hizo estremecer
Cubrió mi cuerpo y me dio placer
La que dejo éste nido vacío cuando salió a florecer
Aquella a la que tanto amé
La que aun llena mi vida con abrojos de su ser
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