Esa mujer que se me arroja fría
y lúbrica en los brazos, y a sus senos
me aprieta, me besa y balbucea
verso, rezos a Dios, votos obscenos.
y lúbrica en los brazos, y a sus senos
me aprieta, me besa y balbucea
verso, rezos a Dios, votos obscenos.
Esa mujer, flor de melancolía
que ríe de mis pálidos recelos
la única entre todas a quien di
caricias que jamás a otra daría.
que ríe de mis pálidos recelos
la única entre todas a quien di
caricias que jamás a otra daría.
Esa mujer que a cada amor proclama
la miseria y grandeza de quien ama
y feliz de mis dientes guarda huella.
la miseria y grandeza de quien ama
y feliz de mis dientes guarda huella.
¡Un mundo, esa mujer! Es una yegua
quizás… pero en el marco de una cama
nunca mujer ninguna fue tan bella.
quizás… pero en el marco de una cama
nunca mujer ninguna fue tan bella.
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