Argentina. Un sacerdote en Argentina le negó aSoledad Castillo bautizar a su bebé tras indicarle que el recién nacido había nacido gracias a una inseminación artificial.
Los hechos ocurrieron en la parroquia ubicada en Ingeniero Huergo, Río Negro, cuando Soledad acudió para bautizar a Pedro, su hijo, pero fue rechazada después de confesar que ella y su marido habían buscado durante 11 años ser papás, pero no lo lograron y que sólo un tratamiento científico los ayudó a cumplir su sueño.
Soledad tenía las trompas de falopio adheridas. La inseminación asistida fue la única salida. El embarazo fue complicado porque ella tiene un solo riñón y problemas de presión, además, Pedro nació prematuro y consideraban necesario bautizar a su primogénito en la única iglesia católica del pueblo.
El padre Adam Michal Rudnicki atendió a la mujer, pero al enterarse que el bebé fue producto de una inseminación artificial lo rechazó e indicó que el pequeño era producto de un pecado.
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