Después de un mes y seis días, Jennifer Antonio Carillo, de 18 años de edad, murió de un paro respiratorio a causa de las quemaduras en un 70 por ciento de su cuerpo que su esposo le provocó al prenderle fuego la madrugada del 27 de febrero en el patio de su casa, en Matías Romero, en la zona Norte el Istmo de Tehuantepec, Sur de Oaxaca.
María Xóchitl Mortera Hernández, responsable de la Fundación “Te queremos Ayudar” A. C de Coatzacoalcos, Veracruz, organismo que se encargó de los gastos y gestiones ante el Unidad de Quemados del Hospital de Especialidades de Veracruz, confirmó el deceso en su cuenta oficial, lamentando el hecho y enviando palabras de consuelo a la familia de la joven oaxaqueña.
El pasado 29 de marzo, la fundación había anunciado que gracias a los médicos y personal de enfermería de Coatzacoalcos, en el manejo inicial y 25 días atendida por un equipo de médicos y enfermeras en la Unidad de Quemados de Veracruz, Jenny había salvado su vida.
Aún con ese pronóstico, su estado de salud era delicado por la gran extensión de sus quemaduras en ambas piernas y brazos. Durante el tiempo de su atención la joven no podía hablar, sólo emitía susurros y era atendida por su madre Xóchitlquetzal Carrillo.
Edgardo Romero Álvarez, el marido acusado de rociarle gasolina y quemarla en estado de ebriedad y durante una discusión la madrugada del lunes 27 de febrero, aún está prófugo.
La abuela de Jenny, como la nombran de cariño sus amigos y familiares, reportó que fue el mismo esposo, después de quemarla, quien la trasladó al hospital del Seguro Social de Matías Romero.
La abuela, Eloisa, jefa de servicios de urgencias del IMSS los domingos por la noche, la recibió alrededor de las cinco de la madrugada, venía en una silla de ruedas quemada en un 70 por ciento de su cuerpo.
“Yo los recibí alrededor de las 5 de la madrugada. Él me dijo que ella se prendió fuego. Olía a gasolina. Yo ya les había llamado la atención porque el señor anda en malos pasos con esa gasolina que venden clandestino. Yo le dije- pasó lo que ya me temía – la verdad lo corrí, él mismo la fue a dejar en silla de ruedas.”, narró la anciana en esa ocasión.
Los familiares de Jennifer denunciaron negligencia por parte del Ministerio Público de Matías Romero, ya que estos se comunicaron con ellos después de casi cinco horas de que se reportó el hecho.
La angustia de los familiares durante toda la mañana fue el paradero del hijo de tres años de Jenny, que lo traía el padre, por lo que el abuelo emprendió la búsqueda hasta dar con Edgardo, ya que éste también amenazó con quemar al niño, según la denuncia.
Después de ser localizado por el abuelo, éste se lo quitó a la fuerza, pero no logró detenerlo, por lo que Edgardo está prófugo desde hace más de un mes y el niño bajo la custodia de la familia.
María Xóchitl Mortera Hernández, responsable de la Fundación “Te queremos Ayudar” A. C de Coatzacoalcos, Veracruz, organismo que se encargó de los gastos y gestiones ante el Unidad de Quemados del Hospital de Especialidades de Veracruz, confirmó el deceso en su cuenta oficial, lamentando el hecho y enviando palabras de consuelo a la familia de la joven oaxaqueña.
El pasado 29 de marzo, la fundación había anunciado que gracias a los médicos y personal de enfermería de Coatzacoalcos, en el manejo inicial y 25 días atendida por un equipo de médicos y enfermeras en la Unidad de Quemados de Veracruz, Jenny había salvado su vida.
Aún con ese pronóstico, su estado de salud era delicado por la gran extensión de sus quemaduras en ambas piernas y brazos. Durante el tiempo de su atención la joven no podía hablar, sólo emitía susurros y era atendida por su madre Xóchitlquetzal Carrillo.
Edgardo Romero Álvarez, el marido acusado de rociarle gasolina y quemarla en estado de ebriedad y durante una discusión la madrugada del lunes 27 de febrero, aún está prófugo.
La abuela de Jenny, como la nombran de cariño sus amigos y familiares, reportó que fue el mismo esposo, después de quemarla, quien la trasladó al hospital del Seguro Social de Matías Romero.
La abuela, Eloisa, jefa de servicios de urgencias del IMSS los domingos por la noche, la recibió alrededor de las cinco de la madrugada, venía en una silla de ruedas quemada en un 70 por ciento de su cuerpo.
“Yo los recibí alrededor de las 5 de la madrugada. Él me dijo que ella se prendió fuego. Olía a gasolina. Yo ya les había llamado la atención porque el señor anda en malos pasos con esa gasolina que venden clandestino. Yo le dije- pasó lo que ya me temía – la verdad lo corrí, él mismo la fue a dejar en silla de ruedas.”, narró la anciana en esa ocasión.
Los familiares de Jennifer denunciaron negligencia por parte del Ministerio Público de Matías Romero, ya que estos se comunicaron con ellos después de casi cinco horas de que se reportó el hecho.
La angustia de los familiares durante toda la mañana fue el paradero del hijo de tres años de Jenny, que lo traía el padre, por lo que el abuelo emprendió la búsqueda hasta dar con Edgardo, ya que éste también amenazó con quemar al niño, según la denuncia.
Después de ser localizado por el abuelo, éste se lo quitó a la fuerza, pero no logró detenerlo, por lo que Edgardo está prófugo desde hace más de un mes y el niño bajo la custodia de la familia.
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