Eres dulce, mujer hermosa,
donde tu dulzura son deseos provocados,
donde tu presencia eleva mis sentidos
y tus palabras son diamantes engarzados.
Eres la musa de todas mis ilusiones,
eres la esencia de mis sueños suspirados.
Vislumbro tu cuerpo, desnudo.
y en él quiero quedar enlazado.
Mis caricias recorren tu piel como pluma,
siendo, dedos, lengua y labios utilizados.
Por tu piel sientes la electricidad del deseo
la que lleva a dejar tu cuerpo entregado.
Tus pechos se clavan en mi pecho.
Tus pezones me están horadando.
Quieres que nuestras bocas se fundan en beso
y nuestros poros vayan dilatando.
Tu oquedad fluye como río de pasión
llamándome para en ti ir entrando.
Oír tu respiración que jadea.
Percibir tu bombeo de sangre acelerado.
Sentir cómo tu cuerpo no está quieto.
Ver tu mirada con ojos entrecerrados.
Todo esto me enseña entender esos momentos
donde nuestros cuerpos quedan entregados.
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