19 de junio de 2017

Cuerpos


Abrázame sin miedos
apretándome en tu pecho vivo
como niño amantando,
que succiona la leche 
tibia de las ubres
de eréctiles pezones rosados,
para sentirme tu dueño.

Siente en ti mi calor
que como fragancia
emana de mi cuerpo ardiente,
penetrando tu tembloroso interior
como tizón encendido
quemando tus entrañas 
que incita al acto carnal.

Mientras mis manos deslizan 
dedos desde tus cabellos 
hasta glúteos ardientes 
tu cuerpo relajado va cediendo
a mutuas caricias y besos, 
empapados de extraño almíbar
en bocas sedientas de pasión.

Divina sensación madrugadora
cómplice de casual encuentro
de humedad contagiosa,
en cuerpos de éxtasis sublime 
bañados en sudoración adormecida 
de frescura extrema que calma
el deseo consumado.

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