3 de junio de 2017

Monos extorsionadores roban objetos y piden comida como rescate

En el templo Uluwatu, en Indonesia, podemos encontrar a un grupo de macacos que aprendieron un método muy particular para obtener comida de los humanos que consiste en secuestrar algunas pertenencias de los visitantes. Entre los artículos favoritos de estos primates están los bolsos, teléfonos celulares, sombreros y gafas extraídas directamente del rostro de las víctimas.
macaco al atardecer uluwatu bali
En una ocasión, uno de los macacos tuvo la osadía de robar un montón de dinero de la caja de un vendedor de entradas. Preocupados de que el comportamiento de estos animales provoque reclamaciones o la ausencia de visitantes, los empleados del lugar ya esperan con el rescate (en forma de comida) listo para ser entregado a cambio de los objetos robados. Apenas reciben la comida, los macacos entregan los artículos hurtados.
Puede que no lo parezca, pero estos primates han entrenado a los empleados del templo para que los alimenten cuando toman los objetos de los visitantes.

Estudiando el comportamiento.

Este comportamiento ya había sido observado en este templo de la isla de Bali desde hace varios años, pero nunca había sido objeto de estudio de la primatología. Fany Brotcorne, especialista en primates de la Universidad de Lieja, en Bélgica, y sus colegas decidieron averiguar cómo se inició este comportamiento. “Es un comportamiento único. El templo Uluwatu es el único lugar de Bali donde puede observarse”, dice Brotcorne, apuntando a que el comportamiento fue aprendido en lugar de ser una habilidad innata.
macacos en bali
Brotcorne quería determinar si se trataba de un fenómeno cultural. Este dato podría ayudar a comprender las habilidades cognitivas de los macacos, incluso aportar a la teoría de la evolución humana.


Cuatro meses de observación.

La investigadora y su equipo pasaron 4 meses observando a cuatro grupos distintos de macacos que viven en las inmediaciones del templo. Los dos grupos que pasaban la mayor parte del tiempo acechando a los turistas presentaban los índices más altos de robos y “solicitudes de rescate”, apoyando la idea de que aprendieron el comportamiento observando a los individuos más viejos cuando estaban desarrollándose. Los grupos con una mayor cantidad de machos jóvenes, más propensos a presentar comportamientos riesgosos, también presentaban un mayor índice de robos que los otros grupos.
templo de uluwatu
Templo Uluwatu.
Brotcorne cree haber encontrado evidencia de que se trata de un comportamiento cultural, heredado entre generaciones. Después de concluido el estudio, un quinto grupo de macacos se mudó a la región próxima al templo, y también aprendió a robar observando a los demás grupos.
Brotcorne está convencida de que su trabajo puede ayudar a los investigadores a aprender más sobre la psicología de los primates: cómo se transmite la información entre los grupos, cuánto entienden sobre sus propias acciones y cómo planean a futuro.
También podemos aprender más sobre nuestra propia habilidad cognitiva. “Robar e intercambiar no es muy conocido en animales. Generalmente, estos comportamientos son exclusivos de los seres humanos”, dice la investigadora. Los resultados de su trabajo fueron publicados en la revista Primates.

La investigadora también fue una víctima.

La investigadora pasó tantas horas cerca de estos animales que le fue imposible salir bien librada. Cuando le preguntaron si le habían robado sus pertenencias, ella respondió: “oh, muchas veces. Los macacos siempre intentaban robar mi sombrero, mi bolígrafo e incluso los datos de la investigación”.
Échales un vistazo a estos pequeños maleantes en acción.

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