La impactante fotografía que inicia esta publicación fue tomada un 4 de agosto de 1948 y publicada en un periódico estadounidense. En el cartel se indica “Cuatro niños en venta”. La trágica vida e historia de los hermanos Chalifoux estuvo repleta de sucesos siniestros desde el comienzo de sus vidas, cuando todavía eran muy pequeños.
Los cuatro niños sentados frente a una residencia en Chicago, en los Estados Unidos, fueron puestos en venta en 1948. La mujer que se tapa el rostro es Lucille Chalifoux, intentaba ocultarse para disimular la vergüenza. La familia fue desalojada del apartamento y sin un lugar donde vivir ni un rumbo a donde ir, el padre desempleado y su esposa decidieron vender a sus hijos.
Nadie sabe a ciencia cierta durante cuánto tiempo se exhibió este cartel. El padre, fichado por la policía, terminó abandonando a la familia un año después. En el futuro todos los niños terminaron separados, por caminos totalmente distintos.
La vida de los hermanos que fueron vendidos.
En el año de 1950 Rae Ann Mills terminó siendo vendida por US$ 2 para que la madre pudiera jugar bingo. Más tarde, Rae relató que la familia que la había comprado era abusiva y por eso escapó de su hogar adoptivo cuando tenía 17 años.
Algunas fuentes aseguran que Rae fue adoptada por una familia de trabajadores agrícolas. Sin embargo, a los 17 años fue secuestrada, violada y resultó embarazada. Apenas tuvo a su hijo lo entregó en adopción. Dejando de lado todas las penurias por las que pasó, cuando cumplió 21 años Rae intentó reencontrarse con su madre biológica. Sin embargo, fue un encuentro catastrófico y la señora Lucille Chalifoux no mostró remordimiento ni arrepentimiento alguno por lo que había hecho.
Milton fue el único que creció al lado de una de las hermanas. Lana Mills y su hermano fueron vendidos a la familia Zoetman. Inmediatamente después que llegó a la casa de esta familia habría sido golpeado por su nuevo padre, que lo transformó en su esclavo. Tras muchos años de sufrimiento, alimentándose apenas con los restos de la comida y tras múltiples golpizas, lo enviaron a la casa de unos tíos para ayudar en la venta de huevos (el negocio familiar).
Los dos sufrieron mucho con sus padres adoptivos. Pero el hermano tuvo un destino mucho más trágico que el de su hermana. A Milton le diagnosticaron esquizofrenia en 1967 y lo dejaron a su suerte en un hospicio.
David McDaniel se encontraba en el vientre de su madre en la época que puso a los niños en venta. Fue adoptado por una familia bastante estricta del condado de Jasper, y también vio en su fuga, a los 16 años, la única forma de intentar encontrar la felicidad. Actualmente vive en el estado de Washington. Otra fuente asegura que aparentemente tuvo una vida normal y tranquila. Todavía cuando era menor de edad fue adoptado por una pareja que quería tener hijos, pero no podía concebir.
Poco se sabe sobre el destino de Sue Ellen. Ella tuvo dos hijos y se reencontró, a los 70 años, con su hermana Rae. Ambas se reunieron en el mismo lugar donde fueron vendidas.
El reencuentro.
Fue una reunión bastante emocionante. Una con 70 años y la otra con 67, las dos tuvieron los únicos instantes de vida en que compartirían experiencias juntas. Se pintaron las uñas e intentaron recuperar todo ese tiempo perdido.
Demasiado enferma para hablar, Sue se comunicaba a través de notas escritas y decía estar muy feliz por haber conocido a su hermana. En dos notas ella escribió “es algo fabuloso. La amo”. Sobre su madre biológica, la anciana escribió: “ella debe quemarse en el infierno”.
Poco tiempo después de aquel reencuentro, Sue murió no sin antes tener la felicidad de conocer a algunos de sus hermanos. En todos esos años la madre tuvo contacto con Rae, pero fue fría y no mostró ningún arrepentimiento por venderlas cruelmente.
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