Miau miau, polvo de ángel, krokodil, flakka y NBOMe son algunas de las nuevas sustancias psicoactivas, drogas de diseño, replicadas en laboratorios clandestinos alrededor del mundo que tienen en vilo a las autoridades. Principalmente populares entre los jóvenes, se trata de drogas sintéticas que buscan reproducir los efectos de drogas populares como la marihuana, heroína y cocaína, pero con un detalle oculto: son sustancias mucho más poderosas que las originales, con efectos secundarios sumamente dañinos para la salud de los consumidores. Para empeorar las cosas, debido a la novedad existen pocos estudios científicos que determinan sus efectos a largo plazo.
Polvo de ángel.
El polvo de ángel tiene tres formas de consumo: fumado, por ingesta e inyección. Puede conseguirse un gramo de la droga por entre US$ 20 y US$ 30. Surgió en la década de 1950 como un anestésico, pero se interrumpió su uso médico debido a los delirios y brotes psicóticos que causaba en algunos pacientes. A partir de la década de 1970 pasó a ser una droga clandestina. La sustancia tiene la presentación de un polvo cristalino blanco.
Su consumo en dosis reducidas (entre 1 y 5 mg) produce una sensación de embriaguez acompañada de relajación, también se genera la sensación de desconexión de la realidad, falta de coordinación motora, dificultad para concentrarse y alucinaciones.
Actúa penetrando en las capas adiposas del cuerpo, lo que aumenta su tiempo de acción. Es capaz de alterar el ritmo cardíaco y la presión, aumentando las probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular.
NBOMe.
El método de consumo es similar al del LSD, pequeñas tiras de papel que se colocan sobre la lengua. El precio de cada dosis oscila entre los 9 y US$ 15. Se trata de un potente psicodélico con efectos parecidos a los del LSD. Existen más de 12 tipos distintos de NBOMe y empezó a ser vendida en el año 2010 a través de Internet.
Esta clase de sustancia provoca una fuerte alteración a la conciencia y también produce alucinaciones visuales y auditivas, euforia y sentimientos de amor. Los efectos adversos implican brotes de paranoia, taquicardia, hipertensión y convulsión, además puede llevar a una insuficiencia renal aguda. Dos dosis (o sellos) son suficientes para provocar una sobredosis.
Krokodil.
El krokodil se consume exclusivamente a través de una inyección, una dosis oscila entre los 6 y US$ 8. Se trata de un tipo de heroína sintética concebida para el uso médico en 1932 en la Unión Soviética bajo el nombre de desomorfina. Se empezó a diseminar como una droga recreativa durante la década del 2000. La zona del cuerpo donde se inyecta se vuelve gruesa, oscurecida y verdosa, con escamas como si se tratara de la piel de un cocodrilo.
El efecto de esta droga es un profundo estado de letargia y relajación, pero dura muy poco (aproximadamente 2 horas), lo que promueve su consumo. El consumo de la sustancia provoca severos daños a los vasos sanguíneos y tejidos de los lugares donde es aplicada, causando necrosis y gangrena. Existe el riesgo de inflamaciones óseas y la amputación de los miembros comprometidos.
Marihuana sintética.
Al igual que la original, se consume fumándola. Su precio ronda los US$ 9 por gramo y se produce a partir de una base compuesta por plantas aromáticas (pasto molido, hierbas finas, etcétera). Esta base se mezcla con una solución líquida de moléculas sintéticas con actividad farmacológica similar a la del tetrahidrocannabinol (THC), el principio activo de la marihuana.
El viaje con esta droga provoca efectos parecidos a los de la marihuana convencional, pero más intensos. Puede experimentarse un estado de relajación, alteración en el humor y cambios en la percepción de la realidad. Los efectos adversos implican hipotermia y reducción de la sensibilidad en el cuerpo. El uso abusivo de la sustancia puede llevar a convulsiones y lesiones en los riñones.
DOB.
La forma de consumo es a través de la ingesta o un papel sobre la lengua, cada sello cuesta aproximadamente US$ 60. Se trata de una sustancia psicoactiva derivada de las anfetaminas (una droga que estimula el sistema nervioso central) incrementada con un átomo de bromo. Parecida al éxtasis, generalmente se vende en cápsulas transparentes con capacidad para 500 mg, pero que apenas contienen entre 1 y 1.5 mg de la droga – de ahí que le apoden “cápsula de aire”.
Su efecto ofrece alucinaciones visuales, auditivas y táctiles, también provoca una aceleración en el pensamiento conocida como sinestesia, situación donde los sonidos tienen color y los colores tienen sonido. Puede estimular episodios irracionales de violencia. Cuando se consume en altas dosis provoca pérdida de la memoria, náuseas y desencadena espasmos musculares en los miembros inferiores.
Special-K.
Se consume por inhalación en polvo, diluida en inyección o en comprimidos. Cada dosis tiene un costo aproximado de US$10 y se fabrica a partir de un medicamento anestésico empleado en caballos y en seres humanos, la ketamina. Sintetizada por primera vez en 1962, se empleó extensamente durante la Guerra de Vietnam para aliviar el dolor entre los heridos.
Cuando se consume provoca una leve sedación y pensamientos fantasiosos (como si se estuviera en un sueño), reducción en la actividad motora y alteraciones en el humor. Los usuarios también informan la sensación de estar fuera de su propio cuerpo. El abuso de la sustancia puede llevar a un aumento en la temperatura corporal que provoca daño a los músculos, riñones e hígado.
Flakka.
La droga se consume fumando, inhalando, inyectando o ingiriendo la sustancia. Cada dosis tiene un costo aproximado de US$ 5. Sumamente económica y con efectos alucinógenos, puede definirse como un tipo de sal de baño, el nombre que ha recibido un extenso grupo de drogas sintéticas con la apariencia de pequeños cristales. Las sales de baño se fabrican a partir de sustancias químicamente parecidas a la catinona, un compuesto que se obtiene a partir del arbusto africano khat (Catha edulis).
Cuando se consume desencadena la liberación de dopamina y serotonina, dos neurotransmisores asociados a sensaciones de placer y euforia. En grandes cantidades puede generar un delirio intenso. Los efectos adversos de la droga implican una subida en la temperatura corporal de hasta 40 grados (hipertermia), lo que puede dañar los riñones de forma permanente. También provoca taquicardia y un aumento en la presión arterial.
Miau miau.
El método de consumo es idéntico al de la flakka, aunque es más cara con un costo promedio de 15 € por gramo. Esta droga también forma parte de la familia de las sales de baño. Se produce a partir de un estimulante de acción rápida, la mefedrona, que suele encontrarse en forma de polvo blanco que se vende en Internet como fertilizante para plantas.
En el cuerpo provoca una sensación equivalente a una mezcla entre la cocaína y el ectasy. Se presenta un aumento en el estado de euforia y agitación. También puede provocar alucinaciones.
El abuso de miau miau puede causar efectos secundarios graves, como paranoia extrema, alucinaciones, ataques cardíacos y brotes de esquizofrenia, especialmente si el consumidor sufre algún tipo de enfermedad mental.
Cómo funciona un psicoactivo en nuestro cerebro.
El cerebro humano se encuentra compuesto por miles de millones de neuronas, que envían y reciben mensajes en forma de señales eléctricas y estímulos químicos, promoviendo el paso de la información. Las neuronas se dividen básicamente en tres partes: cuerpo celular, axones y dendritas.
Con la forma que evoca a una larga cola, los axones son responsables por la transmisión de los impulsos eléctricos y químicos, que son recibidos por los dendritas de otras neuronas (algo que se conoce como sinapsis). Las neuronas nunca se tocan, y entre ellas existe un espacio llamado hendidura sináptica.
Estas sustancias liberadas se conocen como neurotransmisores. Las drogas, al ser moléculas químicas, interfieren precisamente sobre esta comunicación entre las neuronas, alterando la actuación de los neurotransmisores.
Chuky
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