Decidí ir a buscarlo no me importo el protocolo que se maneja en las relaciones, llegue hacia donde él estaba y esperamos a que su camioneta estuviera lista.
Cuando íbamos en camino me tomo de la mano y mordió uno de mis dedos, el juego comenzó, me junte a él y bese esa exquisita barba hasta llegar a su pecho, pude sentir como su miembro se puso duro en mis manos.
Cuando llegamos al hotel el desesperado me pego a la pared de la cochera y entre besos y caricias me llevo a la habitación, me desnudo poco a poco y beso cada parte de mi cuerpo, me hacia estremecer de placer quería que de una vez me penetrara pero esperamos, el juego seguía su curso.
Me voltie hacia su cara y bese sus carnosos labios, de ellos salía un jugo que probé gota a gota, lo empuje a la cama y se dispuso a esperar lo que le haría, me monte sobre él como si estuviera arriba de un toro semental, el tomo mis caderas con fuerza y el juego se puso mejor.
Después de mucho movimiento me coloco dándole la espalda y beso mi espalda, me erizo la piel de pies a cabeza, me tomo del cabello y me hizo suya cada vez que entraba en mi ser, tomo mi cadera de nuevo y con esas manos que me elevan al cielo recibí de el unas cuantas nalgadas que nos hicieron llegar al final.
Se recostó en mi pecho, me dijo te amo y mordió mi pezón.
Simplemente me vuelve loca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario