La famosa pintura de Leonardo Da Vinci “La última cena”, que retrata uno de los últimos momentos que habría pasado Jesús con sus discípulos, encierra un misterio que ha sido recientemente revelado por una historiadora italiana.
Al observar la pintura para preparar una clase, Elisabetta Sangalli descubrió que Leonardo pintó un conjunto de piedras preciosas en las vestimentas de Jesús y 8 de los apóstoles.
Jesús está pintado con una túnica que lleva un broche a la altura del cuello. En él se observa una esmeralda, la única del cuadro que, dijo la experta a la agencia Ansa, es símbolo de renacimiento y paz.
Otros apóstoles que fueron pintados con gemas por Da Vinci son San Andrés, que luce un zafiro que alude a la Ciudad Celeste del Apocalipsis; y San Juan, que tiene un diamante que hace referencia a su espiritualidad.
De acuerdo con Sangalli, en el Antiguo Testamento se mencionan las 12 piedras del paraíso y el número 7 es recurrente en lo que se refiere al Apocalipsis, quizá por eso son 7 los apóstoles que las llevan. La octava es la esmeralda de Jesús, aunque todavía no está claro el mensaje del artista.
Da Vinci terminó “La última cena” en febrero de 1487 y se encuentra custodiada en el convento de Santa María delle Grazie, en Milán.
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